Uno de los objetivos del Gobierno para el próximo año es desregular el control técnico vehicular argentino y permitir que lo que formalmente se denomina Revisación Técnica Obligatoria (RTO) y que en las jurisdicciones de CABA y Provincia de Buenos Aires tiene el nombre de Verificación Técnica Vehicular (VTV), se pueda realizar en establecimientos particulares como concesionarios oficiales y talleres autorizados.
Esto no es algo nuevo, ya que está escrito en la Ley Nacional de Tránsito que está vigente desde 1995, aunque nunca se llevó a la práctica, dando ámbito para que se creen únicamente las plantas actuales de VTV y RTO. Por esa razón, en la Ley Bases enviada al Congreso en diciembre de 2023 y sancionada a finales de junio de 2024, se hace especial hincapié en formalizar esta situación de apertura, al menos generando el paraguas jurídico para permitirlo.
“Las provincias tienen que adherir a este cambio. Se pretende que la verificación técnica se pueda hacer en un concesionario, por eso lo vamos a incluir en la Ley de Tránsito. Pero las provincias tienen que adherir a la medida para que se pueda aplicar en cada jurisdicción”, dijo Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, hace algunos días en una entrevista televisiva.
Sin embargo, más allá de la decisión del Gobierno y la eventual adhesión de las provincias para que un concesionario oficial o un taller mecánico autorizado puedan hacer una VTV, deben cumplirse otras condiciones. Una es responsabilidad del Estado, pero quedan exclusivamente a cargo de los particulares.
La primera tiene que ver con crear un “ecosistema nacional” que genere el marco dentro del cual funcionen los puntos homologados para hacer estas revisaciones técnicas. Actualmente, las plantas de VTV y RTO sólo verifican los vehículos de su propia jurisdicción, y así como en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires existen 7 plantas, en la provincia de Buenos Aires hay 30 dependencias. Sin existir una cifra oficial porque son dependencias provinciales o municipales, se estima que hay unas 400 plantas de verificación a nivel nacional.
La apertura a concesionarias oficiales y talleres particulares, implica una informatización, ya que además de contener mayores puntos de control vehicular, deberán estar conectados para poder realizarlo a vehículos de cualquier parte del país.
“La única posibilidad de hacerlo es con equipos conectados a una red, es decir, convirtiendo las plantas de verificación a la tecnología 4.0, con soluciones enfocadas en la interconectividad, la automatización y los datos en tiempo real. Hay que incorporar inteligencia artificial e Internet de las cosas (IOT) para poder lograr esa integración, no sólo por el funcionamiento en sí mismo, sino también para su control de gestión”, dijo Constantino Abella Roigt, presidente de CVA (Control Vehicular Argentino), la empresa certificada por el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) que fabricó el 50% del equipamiento de las plantas actuales de VTV que funcionan en Argentina, y que es la proveedora de actualizaciones de software del 80% del mercado.
“En los países más avanzados del mundo, las plantas de VTV reemplazan su equipamiento cada 5 años por máquinas nuevas. Esos equipos que dejar suelen ser comprados por los talleres más chicos, con menos capacidad de inversiones, y lo que se hace es una actualización del software, que es mucho más accesible”, comentó Abella Roigt.
Por otro lado, si como se promueve desde fuentes del gobierno, la idea es reemplazar la oblea o sticker que habitualmente se coloca en el lateral derecho del parabrisas como prueba visual de vigencia de la verificación de cada vehículo, por una documentación digital que pueda exhibirse a través de una aplicación como Mi Argentina, esa red digital e informatizada pasa a ser una solución complementaria para el sistema nacional.
Las otras dos condiciones que se deben dar son el equipamiento y la capacitación de quienes lo operen. A diferencia de lo que puede imaginarse a simple vista, para que un taller pueda hacer una VTV para autos particulares no es necesario construir una planta muy compleja a nivel edilicio. De hecho, ni siquiera es necesario hace una fosa, aunque ese sería el método más adecuado para revisar los juegos de suspensión y dirección con el peso del auto en orden de marcha actuando sobre las cuatro ruedas.
Abella Roigt, como proveedor de equipamiento nacional que también se exporta a 27 países, estima que la inversión en el equipamiento técnico completo para que un taller tenga la capacidad técnica de hacer una VTV es de aproximadamente USD 100.000.
Qué equipos necesita una VTV
* Alineador al paso: determina la condición de alineación, mostrando convergencia o divergencia de las ruedas.
* Banco de suspensiones: evalúa el rendimiento del conjunto de la suspensión, permite diagnosticar el funcionamiento de amortiguadores, defectos en los bujes y anclajes.
* Frenómetro: determina la eficiencia y el balanceo del sistema de frenos, desde que es accionado hasta el bloqueo de las ruedas.
* Detector de holguras: se utiliza en la revisión de ejes para medir posibles desgastes o “juegos”. Consta de dos placas que se colocan en el piso sobre las que se colocan las ruedas y aplican movimientos laterales de hasta tres secuencias diferentes.
* Analizador de gases: a través de una cámara de gases y con un lector infrarrojo, este herramental mide los gases de escape del motor a distintas revoluciones.
* Regloscopio: es la herramienta que se coloca frente a las ópticas delanteras de los vehículos y que mide dentro de una caja que multiplica el haz de luz, la distancia y la intensidad de las luces de cada automóvil.
La última condición es la de tener el personal calificado para utilizar estos equipos, pero también la certeza de la calibración de cada uno para que la medición sea correcta. Incluso, salvo que se modifique el texto de la Ley Nacional de Tránsito cuando el gobierno publique las reformas que planea implementar, la propia ley establece que en el artículo 35.
Lo que dice la Ley de Tránsito sobre la VTV
El artículo 34 establece entre otros considerandos que “las piezas y sistemas a examinar, la periodicidad de revisión, el procedimiento a emplear, el criterio de evaluación de resultados y el lugar donde se efectúe, son establecidos por la reglamentación y cumplimentados por la autoridad competente. Esta podrá delegar la verificación a las concesionarias oficiales de los fabricantes o importadores o a talleres habilitados a estos efectos manteniendo un estricto control”.
El artículo 35, por su parte, “Los talleres mecánicos privados u oficiales de reparación de vehículos, en aspectos que hacen a la seguridad y emisión de contaminantes, serán habilitados por la autoridad local, que llevará un registro de ellos y sus características”.
También especifica la capacitación y la responsabilidad de quienes efectúan las revisaciones técnicas al señalar que “cada taller debe tener: la idoneidad y demás características reglamentarias, un director técnico responsable civil y penalmente de las reparaciones, un libro rubricado con los datos de los vehículos y arreglos realizados, en el que se dejará constancia de los que sean retirados sin su terminación”.