A cuatro meses de que Bautista Mascia se consagrara como ganador de la última edición de Gran Hermano, Santiago del Moro anunció la fecha en la que se abrirán las puertas de la casa para el comienzo de un nuevo certamen. Después de mucha expectativa y un extenso casting, el comunicado oficial ocurrió este martes en el entretiempo del partido entre Argentina y Perú. Mientras el conjunto dirigido por Lionel Scaloni empataba parcialmente en La Bombonera, el conductor del programa aprovechó para contar los detalles y novedades del reality.

Segundos antes de que Juan Pablo Varsky y Pablo Giralt analizaran el empate parcial entre la Selección Argentina y la de Perú, del Moro irrumpió y dijo: “Es muy loco estar acá, viéndolos trabajar, es una mezcla de sensaciones. Pero, ¿qué tienen que hacer el próximo lunes dos de diciembre? No falta nada. El próximo lunes vuelve Gran Hermano y todo va a cambiar”. Ante la sorpresa de los relatores, el presentador continuó: “Tuvimos un casting federal multitudinario, va a haber más de 20 participantes, van a tener jacuzzi, streaming en la casa, va a haber un fogón, nuevos cuartos, nuevos juegos, intercambios internacionales. Es un nuevo Gran Hermano que va a marcar un antes y un después. Va a ser un Gran Hermano power”.

Al escuchar a Santiago, los periodistas deportivos preguntaron: ¿Qué tiene de especial esta edición?. Inmediatamente, del Moro afirmó: “Muchos cambios en las reglas. Además, hoy acabo de conocer el casting, los jugadores son impresionantes, el casting fue muy potente, son diferentes realidades. Es como lo que pasa en la cancha, a uno le gusta un jugador más que el otro, hay jugadores que vienen de diferentes provincias. Para esta temporada hemos trabajado más que nunca, estamos trabajando desde el día que terminó el anterior. Después todo queda liberado a la convivencia. Es un juego apasionante”.

Por último, el conductor de Gran Hermano se refirió a su vínculo con los competidores del certamen: “Yo trato de cuidar a los jugadores, es un programa que les cambia la vida, la popularidad, la fama, el hate, o el amor. Es el programa más polémico de la televisión”.

Entre las novedades que presentará la próxima edición, la producción de Gran Hermano confirmó que este año la casa sufrió cambios. Distinto a lo que se vio en las ediciones anteriores, la casa tendrá una nueva estética: cambiarán los colores y el mobiliario. Además habrá nuevos espacios. Por ejemplo, se sumará un ambiente más a la casa. Se trata de una habitación secreta. La idea es que tenga varios usos, entre ellos poder aislar participantes sin tener que ir al SUM. Además, se espera que el programa sufra cambios en los juegos que se llevan a cabo para pelear el liderazgo en la casa o ganar el dinero para las compras semanales.

Según informó la producción del programa, más de 150.000 personas formaron parte del casting de GH. De ese total, se presentaron más mujeres que hombres: 52% contra 47%. El 1% de los participantes se identificó como “otro” en la categoría género.

Tal como se vio en la última edición, el programa despierta pasiones en todos los rangos etarios. En esta oportunidad el casting contó con una mayoría de inscriptos entre 21 a 30 años, seguido por el de 31 a 40 años. Los mayores de 71 años representaron el 0,9%. De este informe compartido por la producción también se desglosa que el 5% de los inscriptos son extranjeros, oriundos de países como Australia, Bélgica, Egipto, Ucrania, Polonia, Venezuela, China, EE.UU, entre otros.

En cada edición, los participantes eligen qué tipo de perfil tendrán en la casa y la estrategia a implementar. Mientras algunos prefieren ingresar estando en una relación sentimental, otros entran predispuestos a encontrar el amor en la casa, como Bautista Mascia y Denisse González, quienes incluso se casaron en el programa. Sin embargo, la tendencia se inclina a favor de los solteros, los cuales representaron el 75% de los inscriptos en el casting. Del otro lado, solo el 7,5% eran casados. Un 0,6% eran personas viudas.

Además, el programa muestra una gran variedad de perfiles profesionales. En ese aspecto, solo el 30% de los inscriptos comentaron ser personas desocupadas que no contaban con trabajo fijo formal actualmente.