La Justicia inició una investigación para determinar si el director técnico de Deportivo Riestra, Cristian “Ogro” Fabbiani, incluyó al streamer Iván Buhajeruk, conocido como Spreen, como titular en el partido contra Vélez por la Liga Profesional con el fin de atraer apostadores en una plataforma de apuestas ilegal.
La causa, que comenzó este martes por iniciativa de la Fiscalía Especializada en Juegos de Azar (FEJA), está a cargo del fiscal Juan Rozas, quien ordenó al Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) realizar las pruebas necesarias para esclarecer el caso.La participación de Buhajeruk en el partido, correspondiente a la fecha 22 del torneo, fue una decisión que causó sorpresa y polémica en el ámbito futbolístico. Fabbiani lo retiró de la cancha apenas cumplido el primer minuto de juego, sin que el streamer tuviera siquiera contacto con el balón. La estrategia, que fue reconocida como una campaña de marketing por Deportivo Riestra, generó críticas y cuestionamientos en el mundo del fútbol argentino. En respuesta a la controversia, el club ofreció disculpas públicas, pero el hecho ya había suscitado reacciones negativas de varias figuras, entre ellas el delantero de Vélez Braian Romero, el presidente de Estudiantes de La Plata, Juan Sebastián Verón, y el defensor de River, Marcos “Huevo” Acuña.En paralelo a la investigación judicial, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) también decidió intervenir en el asunto. A través del Boletín Número 6587, la AFA anunció la apertura de un expediente por posible conducta antiética y encomendó al Tribunal de Ética llevar a cabo las diligencias correspondientes. “Considerando que es facultad del Tribunal de Ética realizar las investigaciones que corresponda en todas aquellas conductas susceptibles de perjudicar la reputación e integridad del fútbol argentino”, expresó la AFA, haciendo referencia al Artículo 2 del Código de Ética.La investigación determinará si la participación de Spreen fue parte de un esquema más amplio que podría estar vinculado a apuestas ilegales, lo cual tendría serias implicaciones para Fabbiani y para el club. Este episodio reavivó el debate sobre la integridad del fútbol y la responsabilidad de los clubes y sus directivos en la promoción de estrategias éticas en el deporte.